Controlando una instalación conseguiremos:
- 1) Ahorrar en la factura eléctrica: evitando consumos en “horas punta”, evitando penalizaciones por excesos de potencia o por energía reactiva
- 2) Mejorar el rendimiento de la instalación y la maquinaria.
- 3) Alargar vida útil de la instalación y maquinaria reduciendo costes de reparación o sustitución.
- 4) Evitar consumos en horas improductivas.
- 5) Reducción emisiones CO2 a la atmósfera.